La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria recurrente de la piel que suele presentarse principalmente en la infancia. Se caracteriza por la piel seca, picazón intensa y la presencia de eczema. La piel muestra inflamación con enrojecimiento y descamación, que puede variar en intensidad según el grado de atopia (leve, moderada, severa). La dermatitis atópica puede tener periodos de mejoría y otros en los que empeora, dando lugar a brotes.
Si tú o alguien cercano a ti sufre de dermatitis atópica, aquí hay algunos consejos que pueden ayudar a aliviar los brotes y mejorar la calidad de vida. Sigue estos hábitos para cuidar adecuadamente la piel con dermatitis atópica.
Cómo mejorar la dermatitis atópica
Para mejorar la calidad de vida de la piel con dermatitis atópica, sigue esta rutina diaria:
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Limpia la piel diariamente con un jabón SYNDET hipoalergénico y sin perfumes, durante no más de 10 minutos.
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Sécatela suavemente con toallas de algodón sin frotar.
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Mantén la piel hidratada. Usa emolientes diariamente para ayudar a restaurar la barrera cutánea y aliviar el picor.
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Usa ropa de algodón, hilo o lino, evitando tejidos sintéticos o lana.
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Evita el calor excesivo, ya que puede empeorar los brotes.
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Utiliza productos cosméticos específicos para piel con dermatitis atópica, como cremas solares con filtros físicos, maquillaje para pieles sensibles y desodorantes sin alcohol ni perfumes.
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Mantén la humedad en el ambiente, especialmente durante el invierno cuando se utiliza calefacción.
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Sigue el tratamiento recetado por el médico en caso de brotes.
Evita rascarte aunque pique
El picor y la piel seca pueden ser persistentes, incluso cuando no hay brotes activos. La sequedad de la piel conduce a la picazón y el rascado puede empeorar la situación.
La piel atópica tiende a ser seca y pierde agua fácilmente, lo que provoca picor y a su vez lleva al rascado. Rascarse en las áreas de piel inflamada o con eczema puede aumentar la adhesión y proliferación de bacterias, lo que puede derivar en complicaciones como infecciones secundarias.
Para evitar este círculo vicioso, es importante controlar el rascado.
Consejos para evitar el rascado
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Mantén tus uñas cortas y limadas.
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Aplica la crema emoliente varias veces al día.
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Utiliza purificadores de aire para reducir alérgenos en el ambiente.
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Complementa el tratamiento con productos tópicos con propiedades calmantes y reparadoras.
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Guarda las cremas en el refrigerador para mayor alivio.
Sigue estos consejos de manera constante y tu piel te lo agradecerá. Si tienes alguna duda, consulta con tu farmacéutico para brindarle a tu piel el cuidado que necesita.
