El uso obligatorio de mascarillas en espacios públicos y en situaciones donde no se pueda mantener la distancia física es fundamental para prevenir la propagación del nuevo coronavirus. Aunque las mascarillas son una herramienta esencial de protección, su uso prolongado puede llevar a problemas secundarios relacionados con la piel y la salud bucal. A continuación, te presentamos algunas de estas consecuencias y cómo puedes prevenirlas, manteniendo el uso de la mascarilla para tu seguridad y la de todos.
Empeoramiento de problemas cutáneos
La piel de tu rostro está en contacto constante con la mascarilla, lo que puede tener efectos en ella. El roce de la mascarilla puede causar irritaciones, especialmente en las orejas debido a la goma, así como en la nariz y las mejillas. Para evitar estas irritaciones, asegúrate de colocar la mascarilla adecuadamente y, si la usas durante períodos largos, tómate descansos cada 3 horas aproximadamente en un lugar seguro.
Sin embargo, los problemas no se limitan a las irritaciones. El uso prolongado de la mascarilla puede obstruir los poros y aumentar la sudoración, lo que a su vez puede empeorar el acné y la rosácea. Para mitigar estos efectos, asegúrate de limpiar y, si es posible, hidratar tu piel mañana y noche, adaptando los productos a tu tipo de piel.
Si tienes piel grasa o con brotes de acné, utiliza productos específicos para controlar el exceso de sebo y mantener la piel purificada. Además, incorpora un exfoliante suave una o dos veces por semana y utiliza una mascarilla reguladora del sebo una vez por semana. Evita manipular las lesiones acneicas y busca consejo en tu farmacéutico antes de utilizar remedios caseros.
Si tu piel es seca, opta por productos de limpieza suaves que no empeoren la sequedad. La hidratación diaria es esencial, prestando atención a las áreas donde la mascarilla causa rozaduras. Es importante recordar que piel seca y piel deshidratada son términos distintos; mientras que la piel seca es un tipo de piel, la piel deshidratada es una condición que puede afectar a cualquier tipo de piel.
Si padeces rosácea, utiliza tratamientos específicos diariamente y realiza una higiene regular en la mañana y la noche.
Mantén tu higiene bucal
La mascarilla también puede causar sequedad en los labios al mantenerlos cubiertos. Lleva contigo un bálsamo labial o crema de cacao y aplícatelo cada vez que uses la mascarilla.
Además, algunas personas han afirmado que el uso de mascarillas puede afectar la salud bucal. Esto puede ocurrir si descuidas tu higiene bucal debido a que los dientes están menos expuestos. Puede ser tentador pensar que no es necesario cepillarlos con la misma frecuencia o profundidad. Sin embargo, este error puede llevar a problemas como caries y mal aliento.
Para prevenirlo, mantén tus hábitos de higiene bucal. Cepíllate al menos 3 veces al día durante al menos 3 minutos y cambia tu cepillo cada 3 meses. Además, utiliza limpiadores interdentales y para la lengua.
Si experimentas mal aliento, utiliza un spray bucal específico y una pasta dental con flúor. Llevar un cepillo de viaje puede ayudarte a mantener una higiene adecuada. Evita la gingivitis y las caries utilizando pastas y enjuagues bucales específicos, y presta atención especial a la higiene interdental.
Además, usar mascarilla puede reducir tu ingesta de líquidos. Asegúrate de mantenerte hidratado y evita la sequedad de la mucosa oral. Si sientes sequedad en la boca, considera tomar comprimidos y usar enjuagues bucales diseñados para ello antes de ponerte la mascarilla.
Siguiendo estos consejos, podrás reducir las consecuencias secundarias del uso prolongado de la mascarilla y mantener tu piel y boca en buena salud mientras te proteges a ti y a los demás.
Recuerda que el uso de la mascarilla no reemplaza otras medidas importantes, como la higiene frecuente de las manos y el distanciamiento social. ¡Tu responsabilidad nos beneficia a todos!